EL GUASÓN
Por F. Delgado
Un film diferente que busca interpretar la realidad imperante de un hombre atormentado por los daños ocasionados por una sociedad decadente, por lo que, se oculta en la obscuridad y en la depresión. El Guasón debe verse desde las perspectivas del guión y la experiencia vital, pero también tiene que tomarse en cuenta lo técnico. En el primero de los casos, debemos entender que los seres sin destino se cansan de ser víctimas, de ser aplastados por el sistema forjado por los poderosos, y por ello, se rebelan contra él; la mente, el mundo y la autoridad les estorban, buscan una salida y finalmente la encuentran a través de la violencia, la venganza, la inconformidad sistemática, el linchamiento y la anarquía; el amor es una quimera y las relaciones “normales” inexistentes; la bondad se ve de forma marginal; sin embargo, surge el líder, el ser reivindicador que quiere equiparar las cosas. El Guasón es un villano auténtico, digno personaje que es referente de la maldad pura que estará siempre dispuesta a transgredir, romper las reglas y derrotar a los héroes.
Desde el punto de vista técnico, los recursos cinematográficos que en esta película se presentan son tradicionales pero eficaces; hay un abuso del close up pero logra su objetivo, ya que realza de manera muy especial la personalidad del sujeto y enaltece la calidad histriónica de Joaquín Phoenix. Las tomas son buenas, hay poco manejo de grúas o de cámaras móviles; sin embargo, el uso de tiros largos en planos intermedios acentúa el ritmo de la trama. También destaca la toma panorámica, sobre todo en las locaciones de ciudad y en los momentos místicos del personaje, y las tomas fijas son muy buenas. La iluminación es adecuada y útil para el efecto que buscó el director; no obstante, en ocasiones los colores ocres de las locaciones oscurecen el mensaje y aplastan la imagen, confundiendo al espectador.
Las locaciones son buenas y reflejan la personalidad de la ciudad de Nueva York. La ambientación está bien realizada, pero quizás faltó acentuar un poco más algunos signos de la época. Por su parte, el vestuario es pobre, no hay nada especial y faltaron símbolos más claros del momento, aunque se salva de manera superficial el traje del Guasón, el cual no es excepcional, pero al ser un marco de referencia de la actuación del personaje principal, le permite focalizarlo, principalmente en la escena del programa de televisión, en donde comete el asesinato y se desdobla el personaje.
La actuación de Joaquín Phoenix es notable, no tiene nada más ni nada menos, lo que la hace magistral. El personaje necesariamente tendrá que ser considerado para la entrega del Oscar a Joaquín Phoenix, por la magnífica actuación, no por lo que hizo, sino por lo que no hizo, ya que en ningún momento se sobreactúa ni se deja llevar por las actuaciones de los personajes de las películas que lo antecedieron, que también fueron de personalidad fuerte y estaba muy difícil que se saliera de esos arquetipos, y lo logró.